Exalumno de la primera promoción dona al CESA sus cuadernos de carrera

Exalumno de la primera promoción dona al CESA sus cuadernos de carrera

today

Una emotiva reunión tuvo ocasión el jueves 28 de julio en el CESA, donde Octavio Guáqueta De Dios, egresado de la primera promoción del CESA, donó a la institución los apuntes que hizo durante toda su carrera (1975-1979).

Se trató de un acto de agradecimiento de Octavio hacia la institución, y que este egresado tenía planeado desde el primer momento en que terminó sus estudios, debido al “cambio que representó no solo para mí sino para toda mi familia haber estudiado una carrera”.

En efecto, el segundo de entre ocho hermanos e hijo de Francisco Guáqueta, obrero de COLCERÁMICA (de donde se pensionó), y de Eduína De Dios, una campesina que no sabía leer ni escribir, Octavio fue el único de los hijos que se hizo profesional. Además, se graduó como contador de la Universidad San Martín, y como especialista en finanzas corporativas del CESA.

apuntes-de-la-primera-promocion-octavio-guaqueta-int

  • Acreditación de alta calidad para la maestría en finanzas del CESA Sin duda, las vivencias de Octavio le hicieron creer desde muy joven en el valor de la educación. No en vano, no solo fue la persona que le enseñó a leer y a escribir a doña Eduína, la persona que más le insistió que estudiara, sino que fundó un colegio que beneficia a 350 estudiantes de preescolar, primaria y bachillerato, y que funciona en el municipio de Madrid desde hace 25 años.

Apuntes de la primera promoción

apuntes-de-la-primera-promocion-de-octavio-guaqueta

Durante la entrega de los textos, Octavio Guáqueta expresó que en dichos cuadernos hay mucho más que plasmar los esfuerzos “de uno como estudiante”. También, estos “le dan un enfoque a la vida, de ser ordenado. Cada vez que voy a tomar una decisión en el ámbito empresarial pienso es en el CESA. Si alguna vez voy a cometer errores, no voy a cometer desfalcos ni nada de eso, porque estoy pensando es en el CESA, el Alma Mater que me formó y yo tengo que dar ejemplo”.

Destacó además la promoción de la que él formó parte, dado que “fuimos los que abrimos el camino, que es más difícil. Porque ustedes ven las materias que hay allí, que son muchas, porque se fueron cambiando hasta que se llegó al pensum final, para estar donde estamos hoy en día”, contó.

Octavio Guáqueta señaló y explicó varios de sus apuntes en los cuadernos, cuyos trazos son de hace más de 40 años.

Eran las épocas en las que el salario mínimo estaba por debajo de los $1.200 pesos, llegar a Bogotá desde Madrid (C/marca) tomaba poco más de media hora (lo que él se tardaba hasta la Avenida Caracas con calle 13), los estudiantes -como él- pedían en las papelerías paquetes de hojas especiales para pastas de argollas 105, los profesores de matemáticas usaban una regla de cálculo en el tablero, y ellos, los estudiantes del CESA, se codeaban con los encopetados ejecutivos cuando entraban al edificio Tequendama donde empezó a funcionar el CESA por primera vez.

Emilia Restrepo, rectora del CESA, destacó la trayectoria de Octavio, agradeció su donación, y resaltó que lo que ha hecho en su vida es “un gran ejemplo para nuestros estudiantes”.

De otro lado, Patricia Salgar, vicerrectora de Experiencia y Crecimiento, subrayó que detrás de esta donación hay unos valores que recuerdan la esencia de lo que es el CESA. “Esperamos seguir contando con usted aquí en la institución”, concluyó.